lunes, 14 de diciembre de 2009

Dominio de la estructura débil

Pese a la mayor parte de las concepciones profanas sobre el porqué del surgimiento de las nuevas culturas urbanas, las cuestiones individuales se sitúan en un segundo plano en la la comprensión del fenómeno. Pese al aparente auge de la individualización y de la supremacía de las voluntades individuales en las sociedades contemporáneas, siguen siendo las estructuras supraindividuales las que parecen regir los comportamientos más significativos de las sociedades. La implantación de los hipertextos como esquemas básicos de los individuos y las sociedades, no son más que un ejemplo de la relevancia de las estructuras. La fragmentación, incoherencia e incluso entropía que genera este nuevo tipo de esquema mental y social puede confundirse con manifestaciones puramente individuales, causadas por la libertad y democratización de los individuos como afirma G. Lipovetsky, pero al igual que los metarrelatos, los hipertextos suponen la preponderancia de los esquemas macro sobre las voluntades individuales.

Cierto es que los nuevos esquemas macro de las sociedades posmodernas cuentan con un aumento de las denominadas ideologías débiles, que dominan a las ideologías fuertes; lo cual también puede llevar a error al otorgar a estas formas de ideología no constantes, incoherente y frágiles un carácter de supremacía de la voluntad individual.

Las definidas como nuevas culturas urbanas son una representación necesaria de las sociedades posmodernas, y la diversidad en sus particularidades estéticas y en algunos casos ideológicas no deben interpretarse como expresión de libertad individual, más bien en todo caso, estas organizaciones sociales muestran un retroceso en cuestiones clave en relación a las características de mayor potencia transformadora de las sociedades, como los objetivos definidos y compartidos por el grupo, intento de evitar en lo mayor posible la fragmentación entre grupos similares y la organización del grupo en base a la funcionalidad para la mayor efectividad ante los problemas concretos. Ante estas características con apariencia de absolutamente negativas, surgen nuevos modelos con un poder efectivo ante la resolución de problemas y con características propias y exclusivas de estas nuevas culturas urbanas. Si bien parecen en mayor medida fruto de las casualidades y las motivaciones espontaneas en el corto plazo, el carácter débil de las ideologías que los respaldan, junto con el auge y gran potencial movilizador de las nuevas tecnologías de la información, hacen de estas movilizaciones “espontaneas” una de las pocas formas de movilización entre los jóvenes. Algunos ejemplos pueden ser los “macrobotellones”, los festivales de música y arte, el fenómeno del “pásalo” durante las elecciones generales de 2004, qué aunque en su mayor parte carecen de objetivos concretos; procesos necesarios para el cambio o incluso voluntad de cambio, muestran la potencia que ofrecen las ideologías débiles; junto con el auge de las nuevas tecnologías de la información para las movilizaciones masivas y espontaneas de grandes colectivos sociales.
Una nueva configuración del poder de las elites y su capacidad para la permanencia del status quo se prevé inminente, así como cambios en el estado nación augurados por M. Castells en “La era de la información”, pero que además de estar basados en la dominación del consumo y el carácter totalitario de las nuevas urbes, se basa en una espontaneidad de manifestaciones sociales.

Estas nuevas formas de poder social inéditas en la historia, auspiciadas por la implantación del hipertexto y el aumento cuantitativo de las ideologías débiles y las nuevas tecnologías de la información, ofrecen nuevas manifestaciones colectivas con esquemas claramente diferenciados de los movimientos sociales clásicos. Surgen de este análisis interrogantes relevantes tales como la necesidad de organización formal en las manifestaciones sociales para el éxito, la necesidad de ideologías fuertes para el cambio y el poder de las nuevas tecnologías para la movilización social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario